Calle de la Princesa, 19, Madrid – Edificio España (en desarrollo)
Ayer se dio luz verde a la reforma del Edificio España. Como todo el mundo sabe ya, y no es objeto de este blog ahondar en temas políticos, desde que el conglomerado chino Wanda compró el edificio, vacío desde 2006, ha habido discrepancias entre la nueva propiedad y el ayuntamiento sobre el nivel de protección del edificio y finalmente parece que se mantendrán las fachadas frontal y laterales. No así la trasera, nunca suficientemente valorada, y a mi juicio, igualmente bonita.
La apertura de la Gran Vía, en la primera mitad del siglo XX, se realizó simultáneamente al ensanche de la calle Princesa, que delimitaba el barrio de Argüelles. En este punto hacía falta un punto de unión entre ambas vías. Tras varias propuestas se decidió por una que implicaba la expropiación de diversas construcciones particulares –como el colegio del Sagrado Corazón , que ocupaba un antiguo palacio cedido a las religiosas por los duques de Pastrana. Como puede suponerse, la Guerra Civil (1936-1939) retrasó considerablemente la ejecución del plan.
Con sus 25 plantas y 117 metros de altura, es el octavo edificio más alto de la capital. Se comenzó a construir en 1948 por la compañía Inmobiliaria Metropolitana propiedad de los hermanos Julián y José María Otamendi.
Fue terminado en 1953, en estilo neobarroco por sus remates de pirámides de bolas, alternando ladrillo y piedra artificial imitando la caliza de Colmenar. Tiene una silueta escalonada en cuatro alturas. Dispone de 65.000 metros cuadrados, y poseía un servicio de 29 ascensores que fue récord en la época de los años cincuenta. Su mayor singularidad viene provocada por los cinco profundos patios abiertos de su fachada trasera, que permitían dotar de iluminación natural y ventilación directa a todos los espacios interiores. Se da además la circunstancia singular de que, por las fechas de su realización en un periodo de carestía en el que escaseaba el hierro, toda la estructura debió realizarse en hormigón armado, convirtiéndose en una de las construcciones más altas del mundo ejecutadas con este material.
El hotel Plaza –con “360 habitaciones todas del máximo lujo y confort, dentro de un ambiente distinguido y acogedor”- abrió sus puertas en octubre de 1953. Unos meses más tarde, el 9 de julio de 1954 se abrió la terraza jardín de la planta 26, donde se servían “cenas a la americana amenizadas por las orquestas Napoleón y Carlos Reñe”, disfrutando “de una temperatura excepcional en un ambiente selectísimo, admirando la maravillosa panorámica de Madrid de noche”.
(Continuará)
