Cine SAGE – Palacio de la Música

Pareciera que la Gran Vía lleva llena de cines y teatros toda la vida, pero alguno tuvo que ser el primero y este fue el actual Palacio de la Música.

Lo encargó la Sociedad Anónima General de Espectáculos al arquitecto Secundino Zuazo, que ya ha aparecido en EdificiosDeMadrid.es como autor de la Casa de las Flores, y, al igual que su vecino Cine Avenida, que es posterior, es ya un recinto cinematográfico, abandonando la disposición de teatro o de frontón de los cines de la zona, e incluyendo un órgano y un escenario para realizar conciertos de música además de películas.

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De la construcción destaca su impresionante fachada de un estilo barroco modernizado, con ladrillo visto y un corredor con columnas jónicas y balaustrada de mármol en lo alto.  El resto de fachadas mucho más sencillas y con ladrillo visto.

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El diseño inicial se fue modificando para adaptarse a la normativa anti incendios y a lo intrincado del terreno. De esta forma se diseñó un espacio principal para el cine de 2000 localidades (uno de los cines más grandes del momento) con una sala de fiestas en dos alturas en los sótanos.

También estaba prevista la construcción de un cine de verano en la azotea, pero este plan se fue al traste el 4 de diciembre de 1925 cuando, faltando pocas semanas para terminar la obra, se desploma la cubierta, llevándose con ella parte de la fachada lateral que cayó sobre una vivienda colindante, cobrándose la vida de una vecina.

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Inicialmente nombrado como cine Olimpia, luego cine SAGE y finalmente en 1928 como Palacio de la Música, sufrió un aparatoso incendio en los años 30 que destruyó el órgano y el escenario y en los años 80 su sala de fiestas se convirtió en multicines.

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Desde el año 2004 se desprotegió el inmueble y en 2008 cerró definitivamente, estando desde entonces esperando una reforma que lo debería haber convertido en una gran sala de conciertos en 2012 y que se truncó con la crisis bancaria. Corrió peligro de acabar como el vecino Palacio de la Prensa, una tienda de ropa más, aunque el Ayuntamiento lo impidió finalmente y actualmente no se conoce su futuro uso.