Arquitectura industrialBrutalismoEdificios singularesJosé Luis González CruzMadrid

Centro de Clasificación Postal de Madrid – Chamartín

Hoy traemos este edificio brutalista que se encuentra junto a la estación de Chamartín, y que, como la propia estación, tiene fecha de caducidad, ya que el solar donde está construido está incluido dentro del nuevo distrito Castellana Norte.

El autor del Centro de clasificación postal, José Luis González Cruz, fue un profesional afincado en Madrid donde ejerció como arquitecto para la Dirección General de Correos y Telégrafos desde 1966, lo que le llevó a realizar trabajos similares en diferentes puntos de España. A destacar los centros de clasificación postal de Zaragoza y Cádiz (con cierto parecido al edificio que tratamos hoy)

En 1971, durante el proceso de construcción de la actual estación de Chamartín, se vio la necesidad de instalar un centro de clasificación postal dado que en aquel momento casi todo el correo se transportaba por ferrocaril y se preveía que el 30% de todo el correo postal de España pasara por dicho centro.

Este centro de clasificación postal está formado por tres edificios claramente diferenciados:

  • Estación postal, situada sobre las vias de ferrocarril, para facilitar la carga y descarga de trenes postales.
  • Edificio de clasificación de correspondencia con un emplazamiento entre las vías de ferrocarril y la explanada para vehículos automóviles.
  • Oficinas administrativas y servicios sociales, situados al sureste del conjunto.

La estructura de la obra se compone de: pórticos principales de hormigón armado para grandes luces; forjados aptos para cargas de una tonelada por metro cuadrado y perfiles laminados de acero apoyados en los pórticos.

El correo llegaba en los trenes directamente a la estación postal, en este edificio, de techos de hasta 8 metros de altura, se transportaban las sacas mediante un sistema de rieles en el techo que permitían, en su mayor parte mediante el uso de la gravedad, llevar cada saca a su lugar de clasificación correspondiente.

En el edificio de clasificación se repartían las sacas según su destino. Cada planta del edificio se divide en cuatro áreas, cada una con su sistema de transporte vertical independiente, de forma que se pudiera trabajar en paralelo en varias líneas de clasificación.

Con la crisis del transporte por ferrocarril desde los años 90, el desarrollo del transporte aéreo y por carretera, y la disminución del correo postal tradicional, ha hecho que este edificio haya quedado obsoleto y que los esfuerzos da compañía vayan, por ejemplo, en la construcción de un nuevo edificio de clasificación de paquetes en el aeropuerto de Barajas.

Los últimos años los propios trabajadores del edificio se han quejado amargamente del lamentable estado en el que se encuentra, con grietas, desperfectos y el antiguo sistema de transporte acumulando polvo en los techos.

Un edificio singular, de uso industrial y que, al no estar protegido, no tardará mucho en desaparecer.

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